En el último año trabajé en bastantes cortos, en diferentes roles. Por lo general, en todos usamos el método industrial de trabajo, mediante el cual preproducíamos durante dos o tres meses, rodábamos varias jornadas, y posproducíamos unas semanas, con equipos técnicos de entre diez y veinte personas, presupuestos de varios cientos de pesos (desde seiscientos a mil doscientos, el promedio), y numerosas variables que había que asegurar para realizar el trabajo. Ejemplos de este tipo de trabajo son Prode, Ausencia, ¿Dónde está el Pescado?, y otros más. Respecto a este método, que es el de academia (aprendido en la facultad) se puede hablar cosas buenas y cosas malas, y en la mayoría de las ocasiones, a pesar de ciertas desventajas, se hace inevitable su uso.
No obstante, a veces es posible generar buenas cosas de otras maneras. Lo descubrí empíricamente con Hacer Magia, y lo volví a poner en práctica, hace pocos días, con buenos resultados. El proceso de producción fue simple y expeditivo. Creo que este es un método para tener en cuenta, y que en ciertas ocasiones puede dar resultados muy interesantes. Tomada fue grabada y editada en dos días, por Francisco Bouzas y el que escribe. Espero guste.
1 comentarios:
¿Lo que se ve al final, a la derecha, es el cuchillo?
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